Estos días anduve tan llena de dudas que sentí que me hundía en un pozo oscuro, sin fin. Dudas de mi fortaleza, de la claridad, del amor... estuve atrapada, ciega, con mi cuerpo agotado llenándose de enfermedad, devorando mis esperanzas y regurgitando dolor y cansancio. Agotada me repetí algunas veces que no quería seguir. Me sentí abandonada, vacía de esa energía vital, claridad, "Dios". Lejana, sola. Yo creo que much-s han recorrido esos espacios oscuros, un-s de formas más intensas que otras, pero siempre tan tristes y desoladas. Sin embargo, (amo la dualidad que marca esta palabra) sentir mi humanidad y finitud de forma tan profunda, comprender que a la final no controlo nada, mirar atrás y notar que la dificultad acompaña mis pasos, me libera. Y vuelvo a buscar estar tranquila, a reactivar mis conversaciones con esa fuerza universal, todopoderosa, para ofrecerle mi miedo y mi dolor, y dejar todo en sus manos. Dialogar de nuevo para aceptar equilibrada lo que viene, ag...
Soy Carolina y tiemblo como mi postre favorito. Tengo la rara Enfermedad de Wilson. Aquí escribo mis memorias.