Hoy me dispuse a dejar a un lado el miedo y escribir a mis amigas y amigos ofreciendo mi trabajo. La pensión sólo me permite trabajar por prestación de servicios y así será para toda la vida. Tengo sentimientos encontrados al ver en juego mi juventud, mis sueños y sobre todo lo que más amo hacer en la vida: la docencia universitaria. Por eso en esta entrada me voy a permitir hablar de lo que arruga el corazón. Ver a mi alrededor y encontrar tanto miedo en las personas me impacta, tanto miedo a ser felices. Yo soy feliz, en mi presente, y no tengo nada de lo que se asocia con esto. No tengo una pareja, no tengo posesiones materiales mas que mi cama, mi tele, mi celu, mis libros y este compu, no tengo un salario ni ahorros y se diría que al estar enferma, tampoco tengo salud. Pero es que saben... todo este proceso solo lo he podido llevar apreciando lo que tengo: mi cuerpo, mi mente, mi espíritu. No niego que anhelo el calor de alguien en mi cama, ¡no saben cuanto!, el tener comodidades, una forma de progresar económicamente para tener cosas, ahorrar, viajar. Pero carajo, ya vendrán. Mis días son bellos con mi temblor y ya.
Procuro mantener mi sonrisa, esa es mi decisión. Y no puedo quedarme sin decirles que amen sus vidas, acepten lo que venga y no teman cambiar lo que haya que cambiar. A veces, nos pegamos a cosas tan superficiales: el dinero, un estatus, relaciones sin sentido. Amargamos el valioso presente en nombre de fantasmas pasados y modelos futuros, cuando esto es lo que vale, cada respiro.
Es cierto... a veces se me arruga el corazón. Pero hasta eso resignifico en esta vida.
Procuro mantener mi sonrisa, esa es mi decisión. Y no puedo quedarme sin decirles que amen sus vidas, acepten lo que venga y no teman cambiar lo que haya que cambiar. A veces, nos pegamos a cosas tan superficiales: el dinero, un estatus, relaciones sin sentido. Amargamos el valioso presente en nombre de fantasmas pasados y modelos futuros, cuando esto es lo que vale, cada respiro.
Es cierto... a veces se me arruga el corazón. Pero hasta eso resignifico en esta vida.
Amen! Lo bonito de las crisis o del proceso que estás viviendo, es que ayudan a valorar lo que realmente es importante, uno mismo, el amor hacia uno mismo y todas las bendiciones que se tienen en el aquí y en el ahora.
ResponderEliminarEs maravilloso leerte!
Tienes toda la razón Caro...no es fácil no tener miedo, pero hay que combatirlo y solo se logra hacer esto actuando, venciendo los temores y viviendo con todo lo que eso conlleva lo bueno, lo malo, las tristezas, las alegrías, sumar y restar...en fin. Gracias por tus reflexiones!
ResponderEliminarjodaa prima, así es. A veces y aunque suene irónico este tipo de desafortunadas cosas que le pasan a uno, sirve para valorar lo que realmente sirve en la vida. Cuantos estan perdidos teniendo todo y a todos, y uno que solo tiene "unas cuantas cosas y personas" tiene todo.
ResponderEliminarEs una bendición ser consciente de todo lo bello que a uno lo rodea, desde al abanico que chilla todas las noches, hasta esa camisa que lo hace ver a uno bonito. Firme Dulce (Y)