Noisy le Grand 2 de la mañana (Lloro) He derramado tantas lágrimas. El agua salada lo ha inundado todo. Ha invadido mis espacios más íntimos, ha arrasado con mis sueños, se ha llevado mi seguridad, mi optimismo, mi simpatía, mi capacidad de amar incondicionalmente. El torrente me ha dejado vacía, vulnerable, agotada. He vivido un infierno de agua. (Respiro) Agua que ha recorrido mis mares y algún día llegará al gran oceano y se conjugará con el horizonte en el que se ha perdido mi mirada desde cualquier playa. Lágrimas que desde mi dolor se transforman en inmensa belleza. (Medito) Fluido que desde mi segundo chakra me llama a ser creativa, a fluir y adaptarme. Y agradecida canto mis notas de santo gurú y mi voz interior, aquella que es perfecta, se hace cada vez más clara. (Escucho) ...
Paris, 30 de marzo de 2016 Son las 6 de la mañana y después de meses de silencio y movimiento emocional y material, escribo. Pienso en mi primer día de formación para ser profesora de yoga el pasado mes de octubre en Barcelona, cuando uno de los maestros dijo simplemente que "no era nada" cuando nos explicaban las diferentes corrientes del yoga y sus técnicas. Hoy le doy gracias después de varias noches sin dormir bien, por abrir esa ventana de posibilidad en mi corazón para aceptarme tal y como soy. Llevo meses de lucha conmigo misma, con las limitaciones de mi cuerpo al hacer ciertas posturas, con mis periodos de cansancio extremo; decenas de días de pelea con la comida porque quería mucho ser vegetariana por salud y convicción política. Harta de los medicamentos cuando olvidé llevarlos conmigo en un viaje y viví el estrés de 3 días sin mi dosis. Me enojé con Dios en ciertos días que creí era él quien andaba de vacaciones. Luego sentí su amor en las charlas